6+1 criterios a tener en cuenta al elegir socios
24/05/2012 2 comentarios
Cuando nos disponemos a emprender un proyecto empresarial, es habitual pensar en contar con otras personas para que nos acompañen en el camino. Las razones para esto son muy variadas. Hay quien busca socios capitalistas, para financiar su proyecto. Hay quien necesita socios trabajadores que aporten su experiencia y saber hacer en materias concretas. Y hay quienes, simplemente, buscan acompañantes, para no emprender solos.
La mayoría de los emprendedores que incorporan socios a sus proyectos de negocio buscan primero entre sus amistades e incluso familia y no entre «extraños». El criterio de selección pasa más por afinidad personal que por perfil profesional o complementariedad.
A continuación te propongo 6 factores o criterios a tener en cuenta a la hora de elegir socios para tu proyecto empresarial:
1.- Perfiles complementarios
Debemos buscar profesionales que complementen nuestro perfil y no alguien con perfil similar. Aprovechemos la riqueza de los equipos multidisciplinares, diferentes disciplinas que se complementan entre sí.
Es muy habitual que varios compañeros de estudios compartan inquietudes emprendedoras y decidan emprender. Si todos comparten formación, la especialización juega un papel importante, enriqueciendo con diferentes matices las competencias de cada uno.
2.- Compartir misión, visión, valores y objetivos
Un proyecto empresarial es como un barco que navega con destino incierto pero con rumbo definido. Ese rumbo lo marcan quienes tienen poder de decisión en la empresa. Todos deben compartir el quiénes somos, para qué existimos, qué aspiramos ser, qué filosofía y valores nos inspiran, hacia dónde queremos ir.
Cuestiones como crecer o no crecer, repartir dividendos o reinvertir, etc., han provocado más de una ruptura.
Preguntas básicas para formular a un potencial socio son: ¿por qué quieres unirte al proyecto? ¿cuales son tus objetivos? ¿hasta dónde quieres llegar?…
No es lo mismo alguien con vocación emprendedora, que busca crecer, experimentar, evolucionar, innovar que alguien que se conforma con el autoempleo, sin más aspiraciones.
3.- Implicación
Un emprendedor es alguien dispuesto a dormir sobre el teclado del ordenador, a no comer durante horas, a trabajar duro sin recibir remuneración…, en definitiva, a dedicar muchísimo tiempo y esfuerzo para sacar su proyecto adelante. La implicación es total.
¿Qué nivel de implicación esperamos de nuestros socios? ¿Están dispuestos a sacrificarse por el proyecto? ¿Cuántas horas ofrecen de dedicación, y a qué precio? Debemos tener muy claro si nuestros socios comparten, aunque sea en una gran parte, nuestra pasión y dedicación.
4.- Afinidad personal
Es importante, cómo no, la afinidad personal que tengamos con nuestros socios. Nos vamos a encontrar en situaciones agradables y otras no lo serán tanto. Vamos a disfrutar juntos, pero también habrá momentos de tensión. Las personas con las que decidamos embarcarnos en la empresa nos acompañarán durante muchos años. Por ello, las relaciones personales deberían ser las mejores posibles, basadas en la confianza.
5.- Confianza
Este aspecto podría englobarse en el punto anterior, pero lo destaco por su gran importancia para mí. Si no confías en tus socios, ¡apaga y vámonos!, no hay nada que hacer. Del mismo modo que es importante confiar en nuestros empleados y colaboradores, es vital hacerlo en nuestros socios. Una relación basada en la confianza mejorará la convivencia y evitará problemas en el futuro.
6.- Socio o empleado
¿Para qué quieres un socio si lo que necesitas es un empleado? Es muy importante diferenciar entre socio (socio trabajador) y empleado. Si lo que necesitamos en una aportación de experiencia y trabajo, quizás estemos buscando un empleado. Si, además, queremos compartir la toma de decisiones vitales de la empresa, la definición de la visión, misión y objetivos, la dirección, el rumbo que debe llevar el proyecto y, cómo no, las responsabilidades administrativas y económicas, estaremos buscando un socio.
Por último, hay un aspecto que es tan importante como los criterios anteriores. Hay que plantearse la posibilidad de la disolución de la sociedad. No es deseable que ocurra, pero puede pasar y es un error habitual pensar que nunca pasará nada y que si pasa, pues «como somos amigos… lo arreglaremos de palabra y ya está«. No siempre es así.
Se debe redactar un acuerdo entre los socios que establezca las condiciones y acciones a llevar a cabo en caso de disolución de la sociedad o de salida de un socio. También se deben definir los criterios para la posible entrada de nuevos socios (en su caso). Además, se deben especificar las funciones y responsabilidades de cada uno para evitar problemas o confusiones.
Estos criterios son una aproximación. Hay muchos más aspectos a tener en cuenta, pero estos son los que considero de mayor importancia. ¿Qué opinas? ¿Consideras algún otro? Espero tus comentarios.
Saludos,
Sergio
Muchas gracias sergio por lo que comentastes me sirve, aunque tengo dudas sobre tener socio o empleado, igual genial tu vision, saludos
Gracias, Marcelo por tu comentario.
Es una decisión que hay que meditar bien y dependerá de muchos factores.
Saludos,
Sergio