Con la excusa de la #crisis… Subempleo
20/02/2012 5 comentarios
En los últimos años el nivel de formación de los trabajadores ha experimentado un gran crecimiento. Este dato es muy positivo para el conjunto de la sociedad. Hablamos de una sociedad mejor formada. Sin embargo, también significa mayor competencia a la hora de acceder a un puesto de trabajo, y más ahora, en los tiempos que corren.
Este es el escenario actual, muchos demandantes de empleo con alta cualificación y pocos puestos de trabajo adecuados a su valía. Resultado: «España es el país con más trabajadores sobrecualificados de Europa. El 31% de los trabajadores dispone de una formación superior a la requerida para su puesto«. Además el estudio citado en el artículo, indicaba que «el 70% de los jóvenes sobrecualificados continuará en esa misma situación en su siguiente empleo y sólo un 29% conseguirá un trabajo adecuado a su preparación inmediatamente después«.
Se habla de trabajadores «sobrecualificados». Es decir, empleados que desempeñan tareas cuyos requerimientos de cualificación son inferiores a los que poseen.
Viendo el lado positivo podríamos pensar que un trabajador que tiene una cualificación y aptitudes superiores a las necesarias desarrollará esos trabajos con mayor soltura y mejor desempeño. Pero no es necesariamente así. Hay claros ejemplos de ello. Licenciados en Derecho de Auxiliares Administrativos, Titulados Universitarios de Camareros, etc.
Nada más lejos de mi intención que degradar o menospreciar profesiones dignas que requieren formación de menor nivel. Además, que sea formación de niveles inferiores no implica que no sea necesaria la formación. Pensemos, por ejemplo, en la Hostelería. Cuántos camareros, recepcionistas, etc. son contratados sin exigir ninguna cualificación. El idioma se suele pedir pero, por lo general, poco más.
Un camarero debería tener la formación adecuada para su puesto y no considerarlo como cajón desastre donde cualquiera puede entrar. En este sentido, también estaríamos en la situación de sobrecualificación cuando ese camarero formado en la correspondiente escuela de Hostelería se dedica a tareas de vigilancia, piscinero, etc.
Se trata de una situación de «subempleo». Se está ofreciendo puestos de trabajo de menor nivel formativo a trabajadores de niveles superiores (formación, experiencia, etc). Y, lo peor, se están aceptando.
Que estamos en situación de crisis es obvio y que las empresas, como los ciudadanos, lo están pasando mal, también. Pero, ¿se está usando la situación económica como excusa para aumentar las exigencias a la hora de contratar o mantener a un empleado en el puesto, aunque el propio puesto no requiera de dichas exigencias?
Dicho de otro modo, ¿están las empresas aprovechando que la sensación de crisis en la sociedad parece aumentar el nivel de tolerancia a los «excesos»?…
¿Están las empresas aprovechándose de la desesperación de los desempleados para precarizar su trabajo, ofreciendo puestos muy inferiores y por salarios más bajos?…
Lo sé, generalizar no es bueno.
Las empresas que hoy piensen en mañana tendrán más opciones de competir cuando llegue mañana
En caso afirmativo, esas empresas que se aprovechan con la excusa de la crisis, ¿se estarán dando cuenta del problema que se están creando a sí mismas? El trabajador que realiza actividades muy inferiores a las que está preparado y para las que se ha formado será un trabajador desmotivado, sin entusiasmo. Están creando una estructura en su propia empresa basada en la desmotivación, la desconfianza… Están generando un caldo de cultivo que acabará por infectar y poner en grave riesgo a la organización.
Debemos pensar que la crisis pasará y la economía volverá a funcionar, de forma diferente sí, pero funcionará. En ese contexto ¿cómo competirá nuestra empresa?. Si quemamos todas las naves ahora, ¿qué habrá después?.
Para competir y ganar debemos tener un equipo competitivo. Nadie dijo que fuera fácil. Pero podemos intentarlo, podemos buscar fórmulas que permitan mantener un equipo profesional, preparado y, sobre todo, motivado. Hace unos meses hablaba de esto.
Entre todos se pueden hacer grandes cosas, aprendamos de nuestros errores y los unos de los otros y, seguro, nos irá mejor.
Sé que tu comentario nos ayudará a todos a entender mejor esta situación y ofrecer alguna alternativa que nos sirva para resolver esta situación. No nos prives de él.
Saludos,
Sergio
Impresionante el dato de trabajadores sobrecualificados , pero muy complicado encontrar al culpable. Si hubiera un mercado lo suficientemente amplio, si existiera una oferta adecuada, en definitiva, si no estuvieramos en crisis, todo esto se autoregularía y los ingenieros pelearían por los puestos de ingenieros y los abogados por los de abogado. No tendrían que hacerse todos bomberos, policías o administrativos. Pero desgraciadamente ahora mismo hay que agarrarse a ese clavo ardiendo que es el trabajo precario y que , con la reforma laboral, lo va a ser aún más. ¿Que si ha aumentado nuestra tolerancia debido a la crisis?Sergio, hay días que salimos con los pantalones directamente por los tobillos…
Un abrazo!!
Hola, Antonio.
Sí, impresionan los datos. Más que culpables habría que buscar responsables y, sobre todo, habría que intentar arreglarlo poniendo todos de nuestra parte.
Actualmente, parece que el peso está recayendo con mayor fuerza sobre los trabajadores, los que más están soportando reducciones salariales, precarización del empleo o directamente la pérdida del mismo. Además de la pérdida de derechos que cada vez es mayor, como bien dices. Y parece que no se quiere entender que si no hay poder adquisitivo no hay consumo y si no se consume no se genera economía.
Como digo, la estructura que se está consolidando hoy será con la que actuaremos en el futuro, hay que cuidarla. Siguiendo tu símil, si pudiéramos no llegar a los tobillos… iría mucho mejor para todos y para el conjunto del país. No es nada fácil.
Gracias por tu comentario.
Saludos,
Sergio
La sobrecualificación viene derivada de una estructura económica en el que sólo un actor se ha cualificado. Si la actitud emprendedora fuera lo común, quizá el desajuste no fuera tan acusado y tendríamos un tejido empresarial rico y en constante innovación. Ahora, la cualificación sólo sirve para perder capital humano y en volver a ser un país de emigrantes laborales.
Hola, Almudena.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. La estructura empresarial, aunque ha ido mejorando en los últimos años, tiene mucho que cambiar en cuanto a formas de pensar, cultura innovadora, etc.,
además de la propia cualificación de los empresarios.
Desde la Administración y las organizaciones empresariales y sindicales se han hecho grandes esfuerzos para mejorar la cualificación de los trabajadores, pero no tanto para la cualificación de los empresarios. Además, muchos de ellos, aún no creen en la formación!!. Ante la excusa recurrente de: «para qué formo a mis trabajadores si se me van a ir», siempre les digo: «peor es que no se formen y queden».
Hay que fomentar el espíritu emprendedor, la innovación, formación constante, el afán de superación, el inconformismo… hay mucho por hacer. Desde aquí ponemos nuestro granito de arena.
Muchas gracias por tu comentario, que enriquece este blog.
Saludos,
Sergio
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