Innovación (no) es cosa de grandes

Desde artículos anteriores de esta serie sobre innovación, estamos intentando demostrar o mostrar cómo es posible la innovación en práctica-mente cualquier empresa y sin necesidad de incurrir en grandes inversiones. También, vimos varias áreas donde es posible innovar de forma relativamente sencilla y a bajo coste. Pero muchos piensan: «¿innovar?… eso es para los grandes«. Algunos empresarios, además, me han comentado: «¡cómo voy yo a innovar, con la que está cayendo…« Precisamente, amigo, «con la que está cayendo«, es el momento de innovar.

A la pregunta ¿innovar es cosa de grandes? contestaría con estas preguntas, entre otras:

¿Quién tiene la flexibilidad para adaptarse a cambios rápidos de producción y procesos? ¿Quién puede permitirse, por su flexibilidad, detener una línea de producción en curso para modificar el producto, etiquetado o envasado…? ¿Quién dispone de gran facilidad para la toma de decisiones por su limitada jerarquía? ¿Quién cuenta con mayor rapidez de difusión de la información dentro de la empresa por el reducido tamaño de su estructura de personal? ¿Quién dispone de mayor facilidad y rapidez para obtener feedback del cliente por su cercanía al mismo? ¿Quién…?

Yo lo tengo claro: los pequeños, las Pymes y autónomos.

Convirtamos la debilidad del reducido tamaño en la fortaleza de la flexibilidad

La solución es muy sencilla, hagamos de una posible debilidad una gran fortaleza. Usemos el reducido tamaño de nuestra organización como nuestra mayor baza.

Definitivamente, la innovación NO es cosa de grandes. Cualquier organización, independientemente de su tamaño, sector o actividad puede plantearse innovar.

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Saludos, Sergio

Imagen: When size matters por HikingArtist.com, en Flickr