Ayudar a crecer el árbol del emprendedor
11/04/2013 Deja un comentario
En el último post, decía que Emprender es como plantar un árbol, haciendo un símil entre el proceso de creación de un proyecto emprendedor desde su inicio y la germinación de una semilla y su crecimiento hasta convertirse en un árbol. En él se relacionan los conceptos: Idea – Semilla, Entorno – Tierra, Administración – Abono, Recursos – Agua, luz del sol.
Esta imagen metafórica del crecimiento de un proyecto emprendedor en forma de germinación de una semilla hasta el desarrollo de un árbol nos puede servir también para comprender cómo funciona el sistema de apoyos al emprendimiento.
Las Administraciones Públicas pueden hacer (y muchas veces hacen, aunque no lo suficiente) para favorecer el emprendimiento básicamente lo siguiente:
- Regar la planta: Las subvenciones y ayudas ofrecen recursos económicos que permiten el desarrollo del proyecto, pero que se convierten en un peligro cuando acaban por ser la principal fuente de recursos.
- Abonar la tierra: Esta es una de la principales y más importantes funciones que tienen encomendadas las administraciones en materia emprendedora. Crear las condiciones idóneas para que las semillas puedan germinar, crecer y convertirse en robustos árboles que den frutos.
- No hacer sombra: La luz del sol es vital. Si impedimos u obstaculizamos la llegada de los rayos solares a la planta ésta se acabará debilitando e incluso muriendo. Ocurre algo parecido con las trabas burocráticas, excesos administrativos, que no permiten a las empresas desarrollarse y hacer su «fotosíntesis».
- Quitar las malas hierbas: Nuestra planta crecerá en condiciones de competitividad con otras. Esto la hará más fuerte. Sin embargo, es deseable que sea una competición justa, eliminando las malas hierbas y los parásitos, es decir, los fraudulentos, los que no cumplen. Es función de las AAPP, luchar contra el fraude y la corrupción y mantener un entorno limpio y de justa competitividad.
- No recoger los frutos antes de estar maduros: Al recoger los frutos cuando el árbol o los propios frutos no han alcanzado su madurez puede arruinar el árbol. Además, si recogemos todos los frutos impedimos que se desarrollen nuevas semillas.
No nos sirve plantar semillas que nunca germinarán
o que a los pocos meses o años acabarán muriendo
Este país necesita que se creen empresas, que germinen semillas, pero sobre todo, que esas semillas se conviertan en árboles. No nos sirve de nada una plantación llena de semillas que nunca germinarán o con plantas que a los pocos meses o años acabarán muriendo.
En mi opinión, hay que hacer una apuesta decidida por la consolidación, sobre todo a partir del primer y tercer año, puntos críticos en la mortalidad empresarial.
De poco nos sirve fomentar la creación de empresas en condiciones poco adecuadas, ya sea por el proyecto, por el emprendedor o por las circunstancias específicas en el momento dado.
Con esta «burbuja emprendedora«, ¿no estaremos muchas veces regando en tierra baldía?.
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Sergio
Photo credit: Juan Haro Rodríguez y lydurs via photopin cc