El talento sin esfuerzo no sirve de nada
23/04/2012 6 comentarios
Leyendo el post ¿Quieres ser un experto? La teoría de las 10.000 horas, en el que se explica la teoría del psicólogo Anders Ericsson, según la cual el ser humano necesita 10.000 horas para alcanzar el dominio de cualquier actividad, me vino a la mente una idea ya antigua, pero recurrente:
¿Puede lograr el éxito alguien sin talento?…
¿Es suficiente tener talento para lograr el éxito?…
Al margen de que demos mayor o menor credibilidad a la «Teoría de las 10.000 horas», considero que en esto, como en casi todo, no hay verdades absolutas. Hay una extensa gama de grises que separan el blanco del negro.
El desarrollo de cualquier actividad, profesional o no, requiere de ciertas habilidades y competencias. Es la calidad de éstas la que determina en gran medida el éxito de dicho desarrollo.
Es decir, lo haremos tanto mejor cuanto mejor lo sepamos y podamos hacer. Parece una perogrullada pero no lo es tanto. Sobre todo si introducimos una variable más. Un factor importante y decisivo en muchísimos casos: el esfuerzo.
Completando la frase anterior:
«lo haremos tanto mejor cuanto mejor lo sepamos, podamos y queramos hacer».
El talento sin esfuerzo no sirve para nada, o sirve para poco. Además, creo que hay que cuidarlo, ejercitarlo. Siguiendo la conocida metáfora del leñador: «hay que afilar el hacha todos los días«. Y teniendo el hacha afilada, poner el máximo esfuerzo en todo lo que hagamos.
Me interesa completar esta reflexión con tu opinión:
– ¿Crees que puede lograr el éxito alguien sin talento pero con esfuerzo?
– ¿Es suficiente tener talento para lograr el éxito?
Saludos,
Sergio
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En mi opinión, con respecto a las dos ultimas preguntas de la publicación, nacer con un talento y tener la oportunidad de cultivarlo (pues hay muchas personas cuyas posibilidades económicas o incluso culturales no les permiten desarrollarlo) supone una gran ventaja en la búsqueda del éxito. Quien no ha tenido la suerte de nacer con la habilidad innata que le hubiera gustado, puede que en su vida tenga la suerte de poder desarrollarla y estar un paso más cerca del éxito.
Pero si por el contrario se cuenta con algún talento que no se aviva con esfuerzo, lo que podía haber sido la clave del éxito deja de relucir para confundirse entre las multitudes.
Y es que la mediocridad es una elección.
Hola, Natalia.
Me parece muy buena reflexión la que haces.
Es tan triste como cierto lo que dices: «la mediocridad es una elección». Debería ser una elección poco habitual.
Muchas gracias por tu opinión.
Saludos,
Sergio
Para mí una persona sin talento puede triunfar solo si pone de su parte. Hay muchas personas con mucho talento pero se dejan llevar por este y cren que lo pueden todo, y por eso no se esfuerzan.
En el otro caso no no es suficiente pues se necesita poner esfuerzo. Sino una persona con talento pero sin voluntad, se convierte en un mediocre.
Pa perdoname por haber bajado de nivel, ponre más ahínco en los estudios, te lo prometo. Y esta vez no me quedaré en promesas.
Oí decir a la hija de Charles Chaplin en la televisión una anécdota. Decía que su padre, desde muy pequeña, le recordaba que el talento se encuentra en cada esquina y sólo con esfuerzo y con ganas, se convertía en algo valioso. Yo también lo creo y empecé a darme cuenta estudiando. Tenía compañeros de clase muy inteligentes, con un potencial brutal. Serían posibles médicos, ingenieros, sociólogos, economistas… pero solo si dedicaban más tiempo a los estudios. Lamentablemente no lo hicieron y ese talento quedó aparcado, sin posibilidades, desvalorizado.
Hola Ángela,
Muy buena anécdota. Muchas personas encierran un gran talento oculto, que espera a ser descubierto, y a veces, ni ellas mismas lo saben.
Gracias por tu comentario.
Saludos,
Sergio
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