Ya está bien de «yo lo sabía»

¿Quién no ha oído la ya típica frase:
«lo de la crisis yo ya lo veía venir desde hace tiempo…»
Pues yo lo he oído muchísimas veces y a bastantes personas de muy distintos perfiles y en distintos ámbitos. Parece que hay grandes genios de la Economía encubiertos…
Tras oírlo siempre me viene la misma idea: o es mentira o esta persona es poco avispada (por no decir otra cosa).

Primera opción. No creo que hubiera nadie que hace unos años supiera que iba a producirse una crisis internacional de esta envergadura.
Sí, la burbuja inmobiliaria era insostenible, vale, el chollo de la construcción no iba a durar siempre, también, las hipotecas las estaban casi regalando por cuatro tapas de yogurt, bueno. Pero, ¿que cayera todo y todos de una forma tan feroz y afectando a tantos países y sectores? Eso es harina de otro costal.

Estábamos acostumbrados a ser «ricos», nos enseñaron eso. Vivíamos por encima de nuestras posibilidades en muchísimos casos, porque no había problemas con la financiación. Si necesitabas dinero bastaba con pedir un préstamo a tu entidad financiera, que con un contrato temporal y un sueldo mínimo te lo daban. Y si no, se lo pedías a cualquiera de estas financieras pseudo ursureras que te facilitaban lo que quisieras a «sólo» el 24% de interés. Pero no había problema, te lo dejaban pagar en cómodas cuotas…
Y si no te importaba el trabajo duro, en la construcción se pagaban sueldos increíbles sin necesidad de formación.
En este contexto de Jauja permanente, ¿quién iba a atreverse a romper la magia?

Estábamos acostumbrados a ser «ricos», nos enseñaron eso.

La segunda opción tiene, al menos, dos posibilidades: que tuviera responsabilidades, o capacidad de decisión, o que fuera un ciudadano «de a pie».
En el caso de un simple ciudadano, si lo sabía, ¿por qué no hizo nada para prepararse?
Si sabes que va a caer una gran tormenta te abrigas y coges un paraguas. Sin embargo a todos nos cogió en mangas de camisa y muchísimos acabaron, lamentablemente, calados hasta los huesos.
Muchísimo más grave es que supieras la que nos viene encima y no sólo no lo adviertas al resto de la población sino que no intentes implementar políticas o acciones preventivas para tratar de evitarlo o minimizar sus efectos.
Ni los gobiernos, ni los organismos económicos internacionales, ni el sector bancario, ni los famosos «mercados» hicieron nada hasta que cayeron los primeros rayos y la lluvia era imparable, por seguir con el símil de la tormenta.

A todos nos cogió en mangas de camisa y muchísimos acabaron calados hasta los huesos.

Estos «genios de la Economía», además, suelen acompañar su alarde de predicción con otra del tipo de: «y prepárense, esto va a empeorar más, lo peor aún no ha llegado…»
¿Pero, dónde está escrito que hacer predicciones casi apocalípticas, aunque no estén basadas en ningún análisis serio, da prestigio?
Cuando oigo esta suerte de vaticinios casi de fin del mundo, siempre cuestiono las fuentes, los análisis económicos, los fundamentos, para poder dar una mínima credibilidad a afirmaciones de este calado. Y en la inmensa mayoría son inexistentes o muy vagos. Por tanto, no me inspiran la más mínima confianza y no me los creo.
Me ayuda, quizás, una mentalidad optimista por naturaleza y que cree que con motivación y esfuerzo se consiguen grandes cosas.

Espero sinceramente que aprendamos todos de lo vivido y sufrido para que esta situación no se repita. Y espero, confío y deseo que hayamos tocado fondo y comience este año la recuperación.
No volveremos a estar en el nivel que estábamos, seguramente, pero sí mejor que ahora.

Saludos,
Sergio