Es posible innovar sin grandes inversiones

Installing SAM Instrument into Curiosity Mars Rover por NASA Goddard Photo and Video, en FlickrTras un pequeño parón en la publicación en este blog, volvemos a la carga. Y lo hacemos con una serie de artículos relacionados con un tema muy interesante: la innovación.

Cuando se habla de innovación, a menudo, se identifica como investigación y desarrollo (I+D). Algunos hasta imaginan amplios y luminosos laboratorios con multitud de investigadores, científicos, embutidos en trajes especiales y rodeados de sofisticados instrumentos y aparatos… Algo exagerado, lo sé.

Innovación no es I+D, al menos no sólo I+D. La investigación y desarrollo es sólo una de las vías posibles para abordar la innovación.

La OCDE define el concepto de innovación como «la introducción de un producto (bien o servicio) o de un proceso, nuevo o significativamente mejorado, o la introducción de un método de comercialización o de organización nuevo, aplicado a las prácticas de negocio, a la organización del trabajo o a las relaciones externas«. Manual de Oslo.

Innovación no es I+D. Al menos no sólo I+D

En los países que componen dicha organización, incluida España, se acepta esta definición como el estándar, distinguiendo, además, cuatro tipos de innovación:

  • Innovación de producto. Introducción de un bien o servicio nuevo o significativamente mejorado en sus características o en cuanto al uso al que se destina.
  • Innovación de proceso. Introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, proceso de producción o distribución.
  • Innovación de marketing. Aplicación de un nuevo método de comercialización que implique cambios significativos del diseño o el envasado de un producto, su posicionamiento, su promoción o su tarificación.
  • Innovación organizativa. Introducción de un nuevo método organizativo en las prácticas, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores de la empresa.

Esta visión limitada de la innovación, que sólo atiende al ámbito económico, no aborda otros tipos más de ámbito social, como pueden ser la innovación educativa, la innovación política, etc. Pero para el tema que tratamos nos sirve.

Es complicado encontrar una definición exacta y común de lo que significa innovación. Sin embargo, sí hay consenso en las bondades de su implementación en cualquier ámbito. Grandes beneficios que nos reportará innovar, en términos de diferenciación de nuestra competencia, como vía de aumentar la productividad, obtener mejoras de eficiencia y eficacia en nuestro trabajo, etc.

La innovación tecnológica está al alcance de pocas empresas, 
pero la innovación no tecnológica, está al alcance de cualquiera

Por otro lado, parece estar muy extendida la idea de que innovar implica grandes inversiones económicas. Esto es debido, seguramente, a la también extendida idea de que la innovación es tecnológica, por tanto, basada en  investigación y desarrollo (I+D). Como comentaba al inicio, es un error, innovar no consiste únicamente en I+D o descubrimientos científicos. Es mucho más.
Por tanto, eliminemos el falso mito: «para innovar es necesario invertir gran cantidad de recursos económicos».

Observando los cuatro tipos de innovación antes enumerados, en todos podemos prescindir de inversión en I+D, si adoptamos una innovación que podemos considerar de tipo «no tecnológico». Se trataría de acciones sobre la comercialización, la distribución, el marketing, los usos que se le da a nuestro producto, la promoción, la organización interna, las relaciones…

Cualquier empresa puede (y debe) apostar por la innovación,
independientemente de si está orientada a productos o a servicios

Desde esta óptica, podemos echar por tierra otro de los falsos mitos: «la innovación es para empresas industriales y no para las de servicios». Cualquier empresa puede (y debe) apostar por la innovación, independientemente de si está orientada a productos o a servicios.

En esos aspectos podemos incidir obteniendo buenos resultados y con una inversión económica muy modesta. La innovación tecnológica está al alcance de pocas empresas, pero la innovación no tecnológica, está al alcance de cualquiera. Por tanto, considero que no es imprescindible destinar una gran cantidad de dinero a innovar, si abordamos la innovación desde este enfoque no tecnológico, más de operaciones, procesos, de personas.

En próximos post veremos diferentes formas de abordar la innovación en nuestra empresa. Buscaremos ejemplos de acciones que podemos implementar con un coste asumible y que nos ofrezca resultados interesantes.

Como siempre, espero tus comentarios y aportaciones. Y si te pareció interesante este post, compártelo, puede que a otros también se lo parezca.

Saludos,
Sergio

Foto: Installing SAM Instrument into Curiosity Mars Rover por NASA Goddard Photo and Video, en Flickr.

4 Responses to Es posible innovar sin grandes inversiones

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