¿Es efectivo el apoyo al emprendimiento?
13/11/2014 1 comentario
Recientemente, aunque no es algo nuevo, he leído varios artículos y discusiones en las redes sociales tratando el asunto de la efectividad del apoyo institucional a los emprendedores. En el trasfondo de la crítica subyace una la cuestión de si realmente es efectivo el apoyo al emprendimiento. Se cuestiona si se están haciendo las cosas que se deberían hacer o, por diversas razones, se desarrollan estrategias diferentes a las que parecerían más adecuadas y efectivas.
Para tratar este tema, yo haría otra pregunta que me parece clave y que se debería estar haciendo cualquier administración pública o entidad de apoyo al emprendimiento: ¿sabemos qué necesitan los emprendedores para emprender? Porque si no sabemos qué necesita un emprendedor ¿cómo le vamos a ayudar?.
Se me ocurre que es muy fácil hacer una analogía con los clientes de una empresa.
Si no conoces las necesidades de tus clientes, cómo vas a ofrecerles una solución válida que les interese, que solucione su problema-dolor. En el caso del apoyo al emprendimiento ocurre igual. Si las administraciones no saben cuáles son las necesidades reales de las personas que emprenden un negocio, si no conocen a qué se enfrenta un proyecto empresarial en sus inicios, poco o mal le van a ayudar.
Sin embargo, hay inversiones de apoyo al emprendimiento, ayudas, subvenciones, centros tecnológicos, aceleradoras…
Si no sabemos qué necesita un emprendedor
¿cómo le vamos a ayudar?
emprendedores – clientes
¿Será que se está dando una situación parecida a la de los clientes a los que les creamos la necesidad para que demanden nuestra solución…? (error cometido por algunos).
¿Está pasando algo similar a cuando algunas empresas tratan de «convencer» a sus potenciales clientes de que tienen determinadas necesidades (que ellos desconocían) y, cómo no, sus servicios las satisfacen…?
En «Escuchas a tus clientes o decides tú lo que necesitan«, describíamos una situación inicial en la que «el oferente, es quien tiene toda la información y controla todo el proceso» y es quien «toma la decisión sobre lo que le conviene al cliente, que pasa a un segundo plano, a una posición pasiva y receptiva«. ¿Estará pasando algo parecido pero aplicado al mundo del apoyo al emprendimiento…?
Lo sé, hay diferencias y muchas. Los clientes pagarán por sus servicios, mientras que los beneficiarios de los apoyos los recibirán, en muchas ocasiones, sin coste o a un precio mínimo. Además, en numerosas ocasiones son las entidades las que buscan beneficiarios para sus proyectos de apoyo, haciéndoles los emprendedores (casi) un «favor» al participar en ellos. Pero como ejemplo explicativo creo que vale.
la clave es la información
Pero la diferencia primordial, creo, está en la información.
En el caso de los clientes, son éstos los que disponen de la información sobre su problema/dolor y son ellos también quienes reconocen la necesidad de encontrar alguna solución para ello y si tal solución es satisfactoria o no.
Con los emprendedores, y simplificando mucho, podemos encontrarnos con dos perfiles. Por un lado, quienes se enfrentan por primera vez al mundo empresarial y todo es nuevo para ellos. Y por el otro, quienes ya cuentan con experiencia y/o conocimientos suficientes como para saber en qué bosque se están adentrando.
Con los primeros, los emprendedores primerizos, pueden hacer casi lo que quieran. Se trata de personas muy necesitadas de ayuda para sacar adelante su proyecto y a los que cualquier ayuda les vale.
A este tipo de emprendedor suele pertenecer esa marea de emprendedores por necesidad, que pocas veces lo son por vocación, y que muchos de ellos son fruto de los ánimos institucionales del «¡¡todos a emprender!!».
El segundo perfil es el emprendedor con experiencia, aunque sea poca, en el mundo empresarial, con conocimientos sobre el día a día de una empresa, con suficiente formación para emprender, que conoce el mundo empresarial. A éste no se le convence tan fácilmente de que le conviene «esta» solución para un problema que él sabe que no tiene, o que le conviene «esta» solución cuando sabe que no es satisfactoria para su problema, porque lo conoce, lo ha vivido. Este perfil controla la información.
Por supuesto, como he dicho, estoy simplificando, creando dos grupos diferenciados cuando, seguro, hay muchas otra variantes. Pero como muestra resumen de la situación real, creo que no voy muy desencaminado.
Es vital conocer las necesidades reales de los emprendedores, preguntarles y escucharles
En definitiva, la clave del problema está en si quienes ofrecen apoyos al emprendimiento conocen las carencias y necesidades de aquellos a quienes tratan de ayudar. Y si, conociéndolas, adaptan sus medidas a intentar satisfacerlas. Para ello hay que, preguntar, conversar, escuchar a los emprendedores. Y hacer algo tan sencillo (y tan complejo) como ponerse en la piel de un emprendedor que, seguramente, seguirá (o debería) un esquema básico parecido al siguiente:
Debe conocer primero a dónde quiere dirigirse, cuáles son sus objetivos y metas. Analizará los requisitos, herramientas y recursos de todo tipo que necesitará para ponerse en marcha. Para obtenerlos, se cuestionará dónde los puede encontrar y quién le puede ayudar y en quién se puede apoyar.
conocer las necesidades reales de los emprendedores
En conclusión, para ayudar es vital conocer las necesidades reales de los emprendedores, preguntarles y escucharles. Conociéndolas, se pueden diseñar estrategias de apoyo más efectivas, administrando los esfuerzos, económicos y de otros recursos, de una forma más eficiente.
Serán quienes emprenden y quienes se encuentran en fases incipientes de un proyecto empresarial quienes mejor conozcan qué les aqueja, qué necesitan. Pero hay que ser conscientes de la diferenciación por niveles de información y experiencia entre los dos tipos de emprendedores. El emprendedor primerizo, muy probablemente, aún no sea del todo consciente de lo que está viviendo y sufriendo, mientras que el emprendedor reincidente o con experiencia y conocimientos tendrá una visión más acertada de la situación. El tratamiento y las necesidades percibidas por unos y otros serán diferentes. Habrá que tratarlas, también, de forma diferente, pero sin dejar de tratar ambas.
Éste es un tema que da para mucho, porque hay muchas opiniones diferentes y también diferentes intereses. ¿Y tú qué opinas? ¿Crees que sabemos qué necesitan los emprendedores para emprender? Cuéntanos tu experiencia, nos interesa.
Saludos,
Sergio
Photo credit: 1. (modificada) y 2. ilustraciones de Frits Ahlefeldt, en Flickren Flickr cc. 3. Montaje propio
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