Los 3 pilares del éxito en tu negocio

¿De dónde surgen las ideas de negocio? Es una pregunta recurrente, que se repite una y otra vez. La respuesta es múltiple, de aficiones, de observar el mundo, de sufrir en propia carne algún problema o situación a mejorar, etc. Pero el lugar desde al que emergen las mejores ideas suele ser interior: la pasión. Observando nuestras propias pasiones, lo que nos gusta a rabiar, lo que nos motiva, lo que nos da vida. Si logramos convertir nuestra pasión en negocio tendremos un tercio del éxito alcanzado. Otro tercio se encuentra en convertir nuestro negocio en nuestra pasión. El tercer tercio está en el esfuerzo y trabajo diarios. Emprender es un camino empedrado de esfuerzo y constancia.

La mejores ideas surgen de la pasión

Existen variables que no podemos controlar, son la propia vida, el resto de la sociedad, los clientes, proveedores, competidores, administraciones… Son variables exógenas, incontrolables por nosotros, aunque algo podemos hacer. Una actitud prospectiva de la vida y de los negocios nos permitirá reducir la incertidumbre que nos generan esas variables.

1. pasión como negocio

Tener una gran idea es importante, pero más importante aún es desarrollarla. Es por esto por lo que se suele decir que «la idea no vale nada». No estoy de acuerdo. Sin una idea válida pocos proyectos sobrevivirían.
Ahora bien, la idea no lo es todo. Es decir, una idea genial no garantiza el éxito de un proyecto. La clave estará en cómo se desarrolla y quién o quiénes lo hacen. Pero si, además, el negocio surge de nuestra pasión, alcanzaremos un plus que no tendríamos de otra forma. Hacer de una de nuestras pasiones un negocio es una de las claves para lograr el éxito empresarial.
Busquemos entre lo que nos apasiona en nuestra vida y convirtámoslo en negocio. Si esa es la idea que enciende la chispa emprendedora, las probabilidades de lograrlo se multiplicarán.

2. negocio como pasión

Deberíamos tener pasión por todo lo que hacemos ya que es una de las fuentes de la felicidad. Trabajar en lo que nos gusta, hacer lo que nos divierte, lo que nos agrada, además de hacernos sentir bien, nos permite afrontar el esfuerzo con una mentalidad diferente. Estaremos más dispuestos a dar un poco más cada día. Nuestra aversión al fracaso será menor. Será mayor nuestra capacidad para sobrellevar los varapalos, los tropiezos con los que nos encontraremos, que no serán pocos.
Hacer de nuestro negocio nuestra pasión nos permitirá considerarlo de otra forma. ¿A quién no le gustaría dedicar todos sus esfuerzos en algo que le apasiona?

3. esfuerzo y equipo

Es más probable que un gran equipo desarrolle con éxito una idea regular que otro equipo mediocre con una idea magnífica. Es así, una idea genial no garantiza el éxito, aunque ayuda y mucho. Por tanto, la idea es importante, pero no debe frenarte no tener la mejor idea del mundo, al menos al inicio. Es mejor preocuparse por tener el mejor equipo. La clave para encontrar al mejor equipo: buscar siempre profesionales que sean mejores que tú. Debemos primar la complementariedad profesional sobre la afinidad personal (aunque no hay que menospreciar este aspecto).
Arrancar de cero es un proceso arduo, pesado, que requiere de un esfuerzo inicial considerable. Romper la inmovilidad inicial, como si empujáramos un pesado camión, cuesta mucho. Cuando se haya logrado iniciar el movimiento y consigamos el dinamismo mínimo el esfuerzo de impulso es menor pero no desaparece su necesidad. Se requiere esfuerzo para mantener la acción, para seguir avanzando, para ir creciendo. Este esfuerzo será necesario siempre, aunque la inercia de nuestro negocio comience a actuar y nos permita cierto respiro.

Es más probable que un gran equipo desarrolle con éxito una idea regular que otro equipo mediocre con una idea magnífica

Convirtiendo nuestra pasión en negocio, haciendo de nuestro negocio nuestra pasión y con esfuerzo, rodeados de un gran equipo, tendremos los pilares básicos sobre los que asentar un proyecto exitoso, duradero y creciente.

Saludos,
Sergio