El difícil arte de delegar
07/02/2014 2 comentarios

En cualquier organización, una de las tareas iniciales consiste en definir y diferenciar cuáles son las funciones de cada una de las personas que trabajan en ella. De hecho, en los planes de negocio se deben detallar, permitiendo conocer así quién hará qué en la empresa. Se cubrirían todas las funciones necesarias para el desarrollo de la empresa. También permite detectar las que no pueden ser asumidas por el personal y que tendrían que ser contratadas o asumidas por colaboradores externos.
En cualquiera de los casos, existe un factor común, la confianza en las capacidades de quienes vayan a desarrollar las funciones asignadas. Si no existiera esa confianza, ¿le asignaríamos funciones o tareas? Si tu respuesta es sí, habría que analizarlo con más detalle. Si, como supongo, tu respuesta es negativa, seguimos adelante. Leer más de esta entrada
No todo es sacrificio y esfuerzo. Cuando llega la ocasión, el éxito, hay que celebrarlo. Pero no de cualquier manera, debe hacerse con la participación de todas las personas implicadas, como triunfo de equipo y con especial significación de las personas más implicadas en el logro.

¿Cuántas veces hemos presenciado, si no sufrido en nuestra piel, la «bronca» de un jefe, ya sea basada en error nuestro o no?. Y, más aún, ¿cuántas veces hemos visto cómo el jefe llama a su despacho a Fulanito, que ha hecho una gran trabajo, para ser felicitado en privado?


